Últimamente he tenido una obsesión con los camarones al coco. No los había probado porque no soy muy fanática de estos mariscos, pero recientemente lo hice y me fascinó esta receta. Y desde entonces, cada vez que me recomiendan unos voy para ver qué tal y tener un rango más amplio de comparación.
Siento que es un platillo no muy fácil de preparar y que requiere de un conocedor para que queden ricos, por lo tanto sólo los pido dónde creo que saben de verdad cómo cocinarlos.
Los del Santo Coyote son los únicos que he probado en Guadalajara, y aunque no son mis favoritos, me tienen cautivada. Al compararlos con otros, pienso que le falta frescura al coco, pero de ahí en más, la preparación, la presentación y la salsa que los acompaña hacen que cada bocado sea especial. Cada vez que pienso en ellos, se me hace agua la boca. El hecho de que el coco les da un toque dulce puede que a algunas personas les empalague, pero yo pienso que la salsa equilibra el sabor, inclinándose más a ser agridulce.
Algo que le da un plus a la experiencia de comer en este restaurante es el ambiente y el servicio. La decoración del lugar, que es una mezcla de culturas predominando la mexicana, hacen que me sienta en un pequeño escenario de un lugar mágico.
Pero regresando al tema de la comida, los camarones no es lo único que me gusta de este lugar, de hecho son varias cosas. Desde las entradas, los cortes, los postres y algo que me encanta es la salsa que te preparan al momento cuando llegas al restaurant.
Si tienen la oportunidad vayan a probarlos y cuéntenme qué les parecen.
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